La creatividad que habita en ti, como una fuente que fluye interminable y de forma
imperceptible, esperando ser descubierta, manando por las entrañas más recónditas de tu ser pidiendo a gritos trascender y así poder “ver la luz”; no es más que ese famoso “numen” (la inspiración casi divina que alimenta las plumas de los escritores inquietos) que arde en lo
profundo y que transcribimos al folio, tableta, laptop, o donde sea que uno escriba. Dicha
creatividad o numen, es inherente en mayor o menor medida en cada individuo y, sin
embargo, desaprovechada de forma flagrante o por desconocimiento de su existencia.
Y aquí viene entonces este importante consejo:
Puedes aumentar y nutrir tu creatividad en tu propio universo narrativo y poético
mediante ejercicios simples… ¿cómo hacerlo?
Dobla una hoja por la mitad a lo largo. A la izquierda escribe (en forma de columna) una
lista de diez nombres o sustantivos, como sigue en el ejemplo:
Luceros
Corcheas
Versos
Corceles
Violines
Lotos
Fauces
Luna
Sol
Universos
Ahora das la vuelta a la hoja de forma que no puedas ver la columna de sustantivos. Piensa
en una ocupación o profesión cualquiera; profesor, astronauta, poeta, etc. En la mitad
derecha escribe diez verbos relacionados con dicha profesión u ocupación.
OCUPACION: MUSICO.
Silbar
Cantar
Componer
Solfear
Tararear
Redoblar
Enternecer
Vibrar
Afinar
Alegrar
Ahora abre la hoja, intenta unir los nombres o sustantivos a los verbos para poder obtener
las combinaciones más locas, que, no obstante, pueden llegar a ser el inicio de un capitulo
nuevo, de un poema brillante o incluso, la introducción más audaz de un magnífico libro.
Conjuga los verbos en el tiempo que deseas (pasado, presente, futuro), dale forma, imprime
tu propio estilo, juega con ello cuantas veces quieras, hasta que sientas como fluye de ti de
forma natural.
Luceros Silbar
Corcheas Cantar
Versos Componer
Corceles Solfear
Violines Tararear
Lotos Redoblar
Fauces Enternecer
Luna Vibrar
Sol Afinar
Universos Alegrar
-El galope de los corceles se escuchaba como el redoblar de una docena de tambores.
-La flor de loto en su cabello negro contrastaba con su mirada hechicera y el vibrar de su
paladar delicado.
-Las cuevas en los acantilados parecen fauces por donde penetra el viento incesante para
silbar una tétrica sinfonía.
-Los violines en flor, bullían en el escenario, logrando enternecer hasta los corazones más
impíos.
El objetivo del ejercicio es concientizar al escritor del uso prolífico de las metáforas
apoyándose en los verbos, dando brillo a sus escritos, eso sí, de forma moderada. Es de
vital importancia la comprensión conceptual completa de las palabras antes de utilizarlas;
de ser necesario no dudes en buscar sus significados, así como sus raíces etimológicas, no
te quedes con la duda. Es de suma importancia ampliar el volumen de palabras y agregarlas
a nuestro léxico; por lo que te recomiendo aprender por lo menos, una o dos palabras
nuevas cada día y profundizar en sus orígenes etimológicos; hacerlo, puede llegar a
convertirse en un placer para ti, así como lo era para el gran “Borges”, quien se divertía
sumergiéndose en una raíz etimológica cada día.
Puedes utilizar esta técnica cuando sientas que la inspiración ha huido de ti. Yo, por mi
parte, pienso que con la correcta técnica, constancia y disciplina puede hacer fluir la
creatividad a borbotones.
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